sábado, 18 de enero de 2014

Mine forever.-Capítulo 5

Lo vi desde la baranda de la galería, me miró. Me sentía en una historia de amor donde yo estaba en el balcón esperando por él, que estaba abajo, su curso era el único que yo podía ver desde ahí. Ya no era lo de siempre, era más fuerte, sentía mas cosas. Él era capaz de alegrarme el día con una de esas simples miradas que siempre cruzábamos, o con su perfume en el que me perdía cada vez que pasaba por su lado, con una sonrisa. Me encantaba su pelo que nunca peinaba, sus ojos color café, su sonrisa aunque sus dientes estuvieran separados, él era perfecto para mí, con su particular campera azul que siempre se arremangaba y por eso lo distinguía. Siempre creí que fue su mirada lo que me enamoró, me atrapaba, y siempre estaba un tiempo observando, yo me hacía la tonta y miraba para el otro, y él me seguía los pasos, hacía lo mismo. Sentía que nos atraíamos, pero yo era una completa desconocida, no era nadie en el colegio, y él tendría vergüenza de acercarse a mí. Me gustaba recordar cada vez que habíamos cruzado una mirada. En la salida de la procesión, en la fila de los que se portaban mal durante la misa, cuando preparábamos el telón para el acto y él estaba arriba con sus amigos...Fueron tantas veces, y las recordaba todas.
Un día, mientras acompañaba a Sophie a la parada del colectivo, hablábamos de nuestros platónicos, yo pregunté:
-¿A quién le aceptarías un beso si te lo pidiera?
-Mmm, a James.
-¿Y a quién más?
-A Taylor McKlein.
-Ah...¿Alguien más?
-Johan Miller.
-Esos son nuestros tres platónicos. James es tuyo y Taylor es mío. Y Johan podría ser de Lexy, pero no creo que le guste.
-Eso pienso.-dijo.-¿Y porqué James es mío y Taylor tuyo?
-Porque yo vi a Taylor primero y tú a James.-dije sonriendo.
-Oh, claro.-respondió.
Era eso, estaba claro que yo había visto a los tres primero y le había contado que me parecían lindos, pero eso ya no importaba porque sólo me interesaba Tay, los otros dos me valían. No sólo me parecía lindo, me gustaba, me encantaba. Me volvía loca.
Unos días después, estábamos en un recreo con Sophie, Lexy, Abby y Lila, cuando llegó una chica y nos saludó:
-Hola, soy Danny.
-Hola Danny.-respondí.
Se sumó con nosotras y nos cayó bien. O por lo menos a mí sí.
De a poco se incorporó a nuestro grupo y solíamos juntarnos siempre.
Una vez, Sophie, Danny y yo fuimos al centro comercial, y luego de eso yo me fui con Soph a su casa. Mientras conversábamos, me contó que ahora era Johan el que más le gustaba. Eso me alegró, me sentía más segura de lo que podría llegar a ocurrir con McKlein.
Pero siempre se puede terminar con todo, y lo que sucedió fue lo siguiente.
En un recreo con Danny, ella nos preguntó por quién nos gustaba. Sophie respondió por las dos:
-Pues, tenemos tres platónicos, James, Taylor y Johan.
-Hmmm-susurré, como aprobando lo que había dicho mi amiga.
-¿McKlein? Es muy feo. Tiene los dientes separaditos.-dijo Dan.
-¿Y cuál es el problema? Yo creo que así está bien-salté a su defensa, lo quería y no permitiría que ella diga eso de él.
-Oh, bien.-dijo ella.
Ella nos contó que le gustaba un tal Marcus, de su colegio anterior.
Al día siguiente, Danny vio pasar a Tay y le dijo a Sophie:
-Mira, allí va tu amor.
¿Su amor? ¿Qué? No aguantaría que ninguna chica se acerque a él con esas intenciones, ni hablar de mi mejor amiga.
Unos días después fuimos a lo de Soph a estudiar para una prueba escrita de gimnasia, ya que nos iba mal en la práctica. Estábamos hablando de la vida cuando de repente Danny dice:
-Oye Sophie, McKlein vive en tu mismo barrio, tiene tu misma estatura, quedarían bien juntos.
-Eso es cierto.-dijo Sophie.
El sentimiento de rabia y celos que me recorría todo el cuerpo era inexplicable.
Me limité a decirle a Sophie por lo bajo:
-Ella no entiende que Taylor es mío y Johan tuyo...
-Mmm...-dijo para contentarme, estaba traicionándome.
Cuando Danny se fue, Sophie me agarró y me dijo:
-Sabes, es verdad que yo quedaría mejor con Taylor.
-¿Y Johan?-dije para evitar aquella situación.
-Johan ya no me interesa. Ahora es Taylor.
-Claro, entiendo.-no, no entendía cómo mi mejor amiga me podía estar haciendo eso.
-De todas formas, solo te gusta, no estás enamorada, así que no hay problema.
-Sí, seguro.-eso creía ella, que era un simple chico que me parecía lindo, pero se equivocaba y mucho.


La Anónima.


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