miércoles, 12 de febrero de 2014

What the heart really feels-Capítulo 1

¿Té o café? Difícil decisión...Recuerdos cruzan por mi mente mientras mezclo el azúcar con los granos del café instantáneo y veo el reflejo de mis ojos en el agua, ya color negro, que hay en la taza. Mi madre ha preparado un jugo de naranja para mí, ha venido a visitarme, ya que he terminado el año universitario con excelentes notas y es víspera de Navidad. También vino con mis hermanos mayores, Kate, de 34, y Liam, de 36. Mi padre se había ido a Nueva York con mis otros tres hermanos, bueno, mi familia es extensa, pero ambas partes de hermanos vienen de los primeros matrimonios de mis padres.
-Voy a salir a comprar lo que falta para la cena de hoy, vuelvo al rato.-le dije a mi mamá mientras guardaba las llaves de la casa en mi cartera.
-Lleva abrigo, afuera está nevando.-fue lo único que ella añadió.
Salí y fui al supermercado que había en el centro comercial, tenía que comprar el pavo y unos cuantos refrescos. Saqué un carrito y empecé a recorrer los pasillos del lugar fijándome si encontraba lo que buscaba. De repente las ruedas del carro chocaron contra algo, yo iba mirando las despensas, y por eso no me había dado cuenta de si tenía algo delante mío o no. Miré para adelante para ver qué era lo que había golpeado. Primero, vi un carro lleno de mercadería, más arriba, dos manos sujetando el carro, y por último...esa sonrisa, su delicada nariz respingada pero masculina, sus ojos café y su pelo revuelto por sus manos, llevaba un gorrito blanco de esos que usaba cuando era un adolescente. No pude evitar sonreír al verlo.
-Hola.-le dije.
Él también sonrió.
-Hola.-me dijo.-¿Qué tal tu vida?
-Siendo sinceros...Ha mejorado, pero sigue estando incompleta.-le dije yo.-¿Y tú? ¿Cómo va todo con Valerie?
Taylor desvió la mirada hacia el suelo.
-Va bien.-dijo.-Aunque casi nunca la veo, viaja constantemente y no le gusta aparecerse por la casa, es raro.
Lo miré extrañda y pensé que debía hablarlo con Caroline. Recordé que su mujer le era infiel, quise decírselo, pero no lo hice.
-Bueno, creo que nos vemos luego, ¿no?-dije yo.
-Sí.-dijo él con voz temblorosa y apartó el carro del camino.
Tomó mi cara entre sus manos y sentí su aliento fresco cuando abrió la boca para decir algo.
-Te buscaré, Amy, lo juro.-fue lo único que me dijo y me dio un beso en la frente. Luego se fue.
Me quedé pensando y olvidé por completo que estaba en el supermercado porque debía hacer compras navideñas. ¿Cumpliría esta vez con su promesa?
Seguí buscando gaseosas en las góndolas. Finalmente, con todo en el carro, me dirigí a pagar en la caja. Luego volví a mi casa sintiendo la nieve caer, amaba eso. Apenas llegué, saqué mi teléfono celular del bolsillo delantero de mi jean y marqué el número de Caroline. Ella respondió al tercer timbre.
-¿Qué pasa Amy?-dijo ella al contestar.
-Nada, no te asustes. Escucha Liny, necesito saber algo...
-¿Es sobre tu ex, el chico casado que te vuelve loca?
-Sí...-dije suspirando.
-A ver, dime, ¿qué necesitas saber?
-Hoy me lo crucé en...-Caroline no me dejó terminar la frase.
-¡Ay! ¡Qué emoción!-gritó.
-¡Liny! ¡Déjame contarte!
-Lo siento. Prosigue.
-Bueno. En el supermercado...
-¿Y qué llevaba? ¿Patatas fritas? ¿Queso?-interrumpió nuevamente.
-¡Caroline! Yo qué sé...
-Perdón, ya paro.
-Más te vale. Entonces me preguntó cómo estaba, y yo le pregunté a él por Valerie...Me dijo que apenas la veía y que no le gustaba aparecerse por la casa, ¿sabes tú a qué puede deberse eso?
-Escucha, Amy, Valerie es la persona menos fiel que he conocido en toda mi vida. No dudaría de que esté poniéndole el cuerno a Taylor, y creo que sé con quién.
-¿Es broma? Dímelo.
-El profesor de Música de ambos, en la universidad.
-¿Ese viejo frígido?
-Ese mismo.
-Pero...qué asco.
-Podríamos...espiarlos.-dijo en tono de detective.
-¿Tú dices?
-Idearemos un plan con Sophie y Abby, entre las cuatro nos saldrá algo espectacular.
-Gracias, en serio Liny, te quiero, debo cortar, ¡adiós!
-De nada, Amy, también te quiero.

Un día, Caroline sabía que Valerie estaría en casa de su profesor 'haciendo ejercicios de composición musical', así que llamó a Sophie, Abby y a mí para que concretáramos nuestro plan.
-Miren, allí hay un balcón abierto, Amy, ¿te trepas? Yo vigilo aquí, Abby espía por la ventana y Sophie cubre en la puerta.-dijo Liny.
-¿Treparme? ¿Estás loca?
De repente estaba en la columna aferrada y subiendo muy de a poco.
-Eres penosa, Amy.-dijo Sophie con crueldad de broma.
-Cállate, ven y trepa tú entonces.-le dije.
-¡Shh las dos! ¡Ve a la puerta Sophie! ¡Y tú sigue trepando!
-¡A ver si dejas de mandar y me ayudas!-le grité.
Después de hacer grandes esfuerzos por subir, finalmente llegué al balcón, pasé una pierna al lado de adentro y luego la otra, limpié mis manos con tierra en mi pantalón, me sacudí la remera y con sigilo empecé a avanzar hacia la puerta que estaba abierta pero tapada por cortinas. Caroline subió con una cámara.
-No tiene flash. Tomaré fotos, Taylor debe saber esto.
-¿Paparazzi?-le dije.
-Siempre quise ser fotógrafa y me gustan los chismes, algo que no sabías.-dijo y acercó uno de sus ojos al visor de la cámara mientras cerraba el otro.
Corrí la cortina despacio y no había nadie dentro de esa habitación, así que pasamos con cuidado. Oímos risas provenientes de abajo y nos asomamos a la escalera. Desde allí se veía el comedor, en donde estaba la rubia de ojos marrón claro junto a ese hombre que tendría sus 40 años ya. Él tenía ojos verdes, pelo castaño y alguna que otra cana, pero no era para nada mi tipo. De repente ella se le acercó muy insinuante y lo besó en la boca.
-Vomitivo.-dijo Liny con cara de asco.
-La verdad que sí.-afirmé.
Caroline prendió la filmadora y les hizo zoom. Valerie le desprendió la camisa al hombre y luego se quitó la remera.
-Oh por Dios...-dije mientras daba vueltas en círculos.-¿Tenemos que quedarnos a ver todo el espectáculo?
-No necesariamente.-dijo y se dio vuelta dejando la cámara grabando.
-¡Liny! ¿Vas a grabar una evidencia o una película porno?-dije alterada.
-Ay bueno...-dijo y paró de grabar.-¡Ahhhhhhhhh!-gritó, al parecer ver desnudo a ese repugnante hombre le resultó demasiado repulsivo.
-¡Caroline!-dije a modo de grito silencioso.
-¡Me vieron, corre!-dijo y se precipitó a saltar por el balcón.
-¿Estás loca?-dije mirando cómo había quedado tendida en el pasto.
-Au...Dolió un poco.
-Y si, ¿no?
-¡Salta o te verán!
-Ni borracha.
Caroline se paró y puso los ojos en blanco, noté que con un gesto de sus manos llamó a Abby y Sophie. En unos segundos las tres estuvieron alineadas allí abajo.
-Tírate y te atraparemos.-dijo Liny.
-Ja ja.-reí con sarcasmo.-Ni pienso.
-Confía en nosotros.
Miré para atrás y vi que ellos subían, al parecer habían demorado en vestirse. Cerré los ojos y me dejé caer. Sentí bultos debajo mío al estar en el piso y oí los refunfuños de mis amigas
-¡Párate!-dijo Sophie.
-Ya voy.-dije mientras me paraba y sacudía el pasto de mis brazos.
-¡Corran, idiotas!-dijo Caroline y la seguimos hacia el auto.
Arrancamos con la esperanza de que no nos hubieran visto.
Caroline subió la música y abrió el techo del auto descapotable de Sophie dejando ver el interior. Se puso unos lentes de sol negros y empezó a hacerse la rapera.
-Oh si, nene, este rap te va a sho-ckear y yo soy la más cool de esta ciu-dad.-'rapeaba' Caroline.
-¡Cállate!-dijimos Sophie y yo al unísono.
-Ay bueno, ¿qué les pasa?-dijo quitándose los lentes y haciendo gestos con las manos y la cabeza.
-No te queda el papel de rapera.-dij Abby riendo.
-Bueno, a ustedes menos.-respondió Liny.
Llegamos a mi casa y estacionamos en la puerta.
-Ahora sólo debo mandarle este video a Taylor y...-Caroline hizo una pausa.-¡Listo! Ya está.
-¡¿Qué?!-fue lo único que pude decir.

La Anónima.



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