sábado, 8 de febrero de 2014

Amy's Disguise-Capítulo 7

Avancemos rápido. Desde aquel día habían pasado dos años sin ver a Taylor, de seguro él ya me había olvidado. Yo no había conseguido superarlo del todo, pero mi corazón había sanado bastante. En el medio conocí a otros chicos, salí con ellos, pero ninguno duró más de tres meses.
Me encontraba en mi casa cuando de repente alguien llamó al teléfono, era Sophie, tenía la voz desesperada y gritaba sin parar que tenía que decirme algo.
-¡Cálmate, Sophie!-le dije.-¿Qué tienes que contarme?
-Taylor...-dijo.
-¡No me hables de él!-grité.-Ya lo he olvidado, ¿entiendes?
-Se va a casar.-terminó de decir.
Me quedé helada. Casi suelto el teléfono.
-¿Qué?-pude apenas articular.
-Eso. Con Valerie...Ella le dijo que era hora y él le propuso matrimonio.
-¡Pero tienen 22 años!-grité, aunque eso no era mi problema.-No pueden...-dije y se me cortaba la voz.
-Ya, Amy...Impediremos la boda, ¿si?-dijo en broma tratando de animarme.
El llanto se sentía en su línea del teléfono, no pude controlarlo.
-No, no llores amiga...Ya pasaron casi cuatro años, no podemos hacer nada.
-Lo sé, pero es mi culpa. Si hubiera vuelto con él aquella vez...Si hubiera hecho caso a mi corazón...
-¿Qué? ¿Qué vez?-dijo ella confundida.
De repente recordé que no le había contado aquello.
-Hace dos años. En la fiesta de Joseph. Pues, él y yo nos encontramos y hablamos, empezó a llover y puso su mano sobre la mía, me confesó que yo le hacía falta y que no era feliz, pero no dije nada...Y él dijo que ya sabía que no volveríamos pero que quería decírmelo de todos modos.
-¡Amy! ¡Eres una idiota!-gritó Sophie.
-Ya lo sé.
-No entiendo porqué si se amaban no estaban juntos.
-Porque al final siempre terminamos haciéndonos daño el uno al otro.
-Pero el amor es más fuerte que todo.
Ella tenía razón. No sé qué le diría, ni cómo, pero debía ir a buscarlo aunque ya fuera demasiado tarde. Y lo haría.
Al día siguiente fui a la universidad y almorcé con Caroline y sus amigas. Pregunté por Valerie disimuladamente.
-Pues, ella y Taylor van a casarse en septiembre del año que viene.-dijo Caroline.
-¿De verdad? Pues, ¡qué bien!-fingí.
-Sí, veré si consigo que te invite.
-Muchas gracias, Caroline.-dije y pensé que sería mi oportunidad par hablarle, aunque no quería que Valerie sufriera...Podía evitarlo.
-Mira, por si las dudas, la fecha exacta es 21 de septiembre de 2020, 21:30 hs. en la Iglesia Corazón de Jesús y luego la fiesta en el Salón Blanco.
-Está bien, gracias.
De todas formas, si no me invitaba, ya sabía dónde iría aquel día.
Me comían los nervios, ya no sabía qué hacer y faltaban como diez meses. Tenía que verlo antes sí o sí. Planeé una cita que él no sabría, empecé a acordarme de los lugares que él frecuentaba cuando estábamos juntos. Pensé en el parque, en la plaza cerca de su casa, en las fiestas muy concurridas, y finalmente decidí ir al primero de éstos. Él solía ir los sábados conmigo, o a veces iba los domingos con sus amigos o familia. Fui el domingo de aquella semana pero no se apareció. Fue a la siguiente, me compré una bolsa de palomitas y me senté en un banco, empecé a lanzar palomitas al lago para los patos, y luego me paré porque divisé a uno de los amigos de Taylor a lo lejos, y comencé a buscarlo entre los chicos. Allí estaba. No sabía qué hacer. ¿Qué pasaría si él no quería verme? Sentía muchas ganas de hablarle, pero el miedo me lo impedía. Uno de sus amigos me señaló, él reía y cuando se dio vuelta para ver lo que su amigo le indicaba, su sonrisa se apagó automáticamente. Me imaginé lo siguiente:
-Mira Taylor, ¡tu ex!-decía su amigo.
-¿Qué?-dice él al verme y no puede creer que otra vez aparecí para molestarlo.
Entre los amigos de Taylor, estaba Jason, que vino corriendo hasta mi banco y me saludó.
-¡Amy! Tanto tiempo.-dijo.
-Sí, ¿y cómo has estado?
-Pues muy bien, ¿y tú?
-También...
-¿El novio?
Vi a Taylor acercándose con sus otros amigos, me quedé callada unos segundos, miré al suelo, respiré.
-No...No tengo.-dije.
-Disculpa, creo que no fue una buena pregunta.
-No, está bien.
-Bueno, nos vemos luego Am.-dijo él y me dio un beso en la mejilla para saludarme.
-Adiós Jason.
Se fue y no hablé con Taylor, pero corrí hacia él mientras lágrimas saltaban de mis ojos, y cuando estaba por darme vuelta y volver a mi banco, él se volteó y se dio cuenta de todo. Vio que lo estaba persiguiendo, vio mis ojos llorosos, mi rímel corrido y mi cara de no saber qué hacer, pero en vez de hacer lo que hubiera hecho en 2014, él solo se fue con sus amigos y me dejó allí, me miró con negatividad, y siguió con lo suyo. Eso me hizo tanto mal...Ya estaba todo. No le importaba más, ¿y qué prentendía? Lo mandé a la mierda dos veces. Me besé con otro en su cara. Me quedé en silencio cuando me dijo que me necesitaba. Me derrumbé al pensar todo eso y me pregunté porqué no podía dejar de quererlo. Pero no dejaría de intentarlo. No ahora.

La Anónima.


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