jueves, 13 de marzo de 2014

What the heart really feels-Capítulo 2

Conocí a Luke. Era rubio, linda cara, buen físico, tenía rizos y ojos marrón almendra, en fin, era bastante de mi tipo. Lo conocí una noche que salí con Caroline, Abby y Sophie. Luego del mensaje que Liny le envió a Taylor, no volvieron a hablar. ¿Qué habría pasado? Bueno, daba igual, lo nuestro era pasado, debía salir adelante sin él. La noche en que por primera vez conversé con Luke, fue él quien se acercó para decirme algo. Me hizo un cumplido y luego fuimos a bailar en el centro de la pista, la música era para la ocasión, entonces me dio su número y nos volvimos a encontrar en mi casa. Cociné algo y estuvimos en la terraza platicando un rato, pero se me acercó de repente y me besó. Duró menos de 5 segundos, no pude. Enseguida me solté de su abrazo y se quedó mirándome extrañado. Tuve que decirle que se fuera.
-Perdón, no puedo hacer esto.-le dije.
-¿Porqué?
-Porque no lo siento. Hay alguien...
-Ah. Creo que ya entendí, no hace falta seguir. Bien, nos veremos en la otra vida.-dijo y se despidió.
Lo acompañé a la puerta, salió y se fue sin decir adiós. Había una lluvia torrencial y no tenía nada qué hacer más que sumirme en mis pensamientos y sufrir de insomnio, así que decidí salir a caminar bajo la lluvia. Agarré mi paraguas y me fui. Solo quería pensar en otra cosa, distraerme, dejar a Taylor atrás. A mis 24 años ya estaba a 10 años de cuando empezamos a salir. Mientras caminaba mirando al suelo, una llamada telefónica hizo que me sobresaltara. Busqué mi celular en el bolsillo de mi campera impermeable y miré quién era. El número no estaba agendado, pero decidí atender.
-¿Hola?-dije.
-Amy.
Lo conocida que se me hacía esa voz me invadió el corazón.
-¿Taylor?-titubeé.
-¿Caminas bajo la lluvia seguido?-preguntó.
Sonreí y empecé a mirar alrededor buscándolo, hasta que divisé una sombra tras un árbol y me acerqué. La luz iluminaba de a poco su rostro y dejaba ver sus perfectas facciones. Caminé más rápido hasta que estuve justo en frente suyo.
-Taylor.-dije.
-Amy. Hola.
-¿Cómo conseguiste mi número?
-Ah...No sé. Es un secreto.
Me reí.
-¿Cómo te trata la vida?-le pregunté.
-Me trata mal. Muy mal.
-¿Porqué?
-La vida te aparta de mi camino.-dijo mientras miraba hacia abajo.
Lo miré fijamente y tomé su mano.
-No tiene porqué hacerlo.-le dije.
Alzó la vista y sus ojos me miraron con incredulidad. Entonces lo besé, sentí sus labios sobre los míos otra vez, y fui feliz. Recordé cada momento en ese instante y estuve completa. Le toqué el cabello, lo abracé, y luego nos separamos. El silencio era demasiado.
-Lo siento, yo...-quise decir.
-No. No sientas amar. Quiero estar contigo.
-¿Quieres volver conmigo?
-Sí. Quiero pasar el resto de mi vida junto a ti.
Me quedé anonadada.
-¿Me hablas en serio? Digo, porque bueno, estás con Valerie y...
-Estaba. Ella y yo no nos amábamos, estábamos juntos porque yo soy un idiota. Y ya no estamos casados. Nada puede impedirnos estar juntos ahora, solo tú...Si quieres estar conmigo o si no, es tu decisión...
-Eh...Bueno yo...-dudé.
-Si no quieres, no importa, lo entiendo. Ha pasado el tiempo y...quizás es tarde.
No dije nada, estaba muda.
-Perdón.-dijo al final, se dio media vuelta y se alejó caminando.
¿Porqué no dije nada? Estaba ahí parada bajo la lluvia, sosteniendo un paraguas, acababa de besar al amor de mi vida y de decirle que la vida no tenía porqué separarlos, me había propuesto estar juntos y yo no dije ni media palabra. Qué idiota. Realmente quería volver con él, entonces, ¿qué me pasó? Corrí para dar la vuelta y seguirlo, lo vi alejándose y grité su nombre. Se dio vuelta, estaba todo mojado, entonces recordé el día en que nos dimos un beso bajo la lluvia...Mi primer beso. Cerré el paraguas y corrí hacia él y tomé su cara entre mis manos con delicadeza, él agarró la sombrilla y la abrió arriba nuestro para cubrirnos.
-Sí. Sí quiero estar contigo.-dije con la voz agitada por la corrida.
Sonrió.
-¿De verdad?
-Te amo.
Nos besamos, después de tanto tiempo sin estar sincronizados. Aquel fue uno de los besos más intensos de toda mi vida. Fue lo más parecido a perfecto que pude sentir.

La Anónima.



No hay comentarios:

Publicar un comentario