jueves, 20 de marzo de 2014

Con vos hasta el final-Capítulo 6

Transcurre el tiempo. Rápido. Demasiado rápido para mi gusto. Estoy a punto de recibirme de médica clínica, tengo ya 24 años. Me es imposible de creer, es como si ayer fuera que empecé a salir con Facundo. Seguimos juntos, y seguiremos juntos por siempre...O al menos eso creo yo. Anoche cumplimos 5 años de novios, nunca hemos decaído. A veces peleamos, pero nada grave, no hemos terminado jamás y lo máximo que estuvimos sin hablarnos fueron dos días. Les contaré lo que ha ido pasando a lo largo de estos años. En nuestro primer año, preparé una cena de las que mi madre me enseñó antes de partir. Dice que cocino demasiado bien, pero no soy solo yo...No puedo explicarles lo bien que hace todo, es como si fuera perfecto, realmente no le hallo defectos. Aquella noche la pasamos juntos, y nos declaramos todo lo que sentíamos. Luego, para el segundo aniversario, fue él quien tomó la iniciativa y planeó un viaje solo para nosotros, a donde siempre quise ir: París. Una romántica semana en aquella ciudad mágica, siempre hacía frío, salíamos abrigadísimos a la calle, y yo temblaba, así que el me abrazaba fuerte. Me llevó a ver la Torre Eiffel, y hasta subimos. Desde allá arriba, selló todo con un beso, creo que fue el mejor momento de toda mi vida. Las luces de la ciudad francesa alumbrándonos, la adrenalina de estar tan alto...Tan alto porque la torre llegaba al cielo, y tan alto porque cada vez que lo tenía cerca sentía que volaba. Sus manos entrelazadas con las mías, su perfume inconfundible, acariciar su cabello, sus manos en mi cintura, todo, todo era maravilloso. No sabía cómo haría para igualar aquel viaje, jamás podría lograrlo. Pero en el tercer aniversario, fue mi turno, y aunque no fue un lugar como el de la última vez, tuvimos la mejor conversación de todas.
-No se compara con París...-le dije yo mirando al pasto.
-París no se compara contigo.-me dijo y levantó mi quijada para verme a los ojos.-Eres lo más lindo que mis ojos han visto hasta ahora, y hasta siempre. Voy a prometerte algo, pero debes hacer lo mismo.
-¿Qué es?
-Estaremos juntos. Juntos hasta el final.
-Por siempre.-afirmé.
-Emma, te quiero. Te amo.
-Y yo siempre lo he hecho.
Él me sonrió y me dio un beso.
Fue otro de los mejores aniversarios...El cuarto, hace un año exactamente, Facundo se encargó de llevarme a la plaza. Nos sentamos en un banco y empezó a recordar cada cosa que vivimos juntos, había preparado un álbum de todas nuestras fotos juntos. Había imágenes que yo ni siquiera sabía que había tomado. Guardaríamos aquellos recuerdos por siempre e iríamos juntando nuevos, el detalle era hermoso. Estaba ocupado al principio, comenzaba con nuestra primera foto, estábamos juntos en mi casa, yo tenía mi guitarra y él me admiraba mientras yo tocaba. La había tomado Zoe. La última era de nosotros, con una especie de perro raro que habíamos encontrado en la calle, le pusimos Titu. Esa la había sacado él, en autofoto, sin querer, pero salió increíble. Él era fotógrafo, ahora lo menciono, había hecho un curso. Siguiendo y dando por finalizado esto, el quinto aniversario lo preparamos juntos. Al aire libre, en aquel lago donde habíamos caído. La cerca nunca había sido arreglada así que nos ubicamos en aquel espacio con los pies en el agua. Fue un picnic nocturno. Quise rememorar la graciosa caída así que lo empujé sutilmente, pero alcanzó como para tirarlo al agua. Empapado, sacó la cabeza a la superficie y me tomó la mano.
-O te metes tú o lo hago yo.-me dijo sin soltarme la mano.
-No lo haré.
De un tirón estuvimos los dos en el agua.
-Pensé que no lo decías en serio.-dije riéndome.
-Siempre hablo en serio, Emma.
Una medialuna y un cielo negro estrellado combinaban espléndidamente con aquel momento.
-Emma, me declaro totalmente enamorado de ti.-me dijo tomándome de la mano.
-¿Recién?-dije riendo.
-Pues, nunca te lo había dicho, siempre, pero ahora lo confieso.
-Yo también estoy enamorada de ti. Gracias por todos estos años juntos, y vamos por muchos más.
-Claro que sí. Toda una vida juntos, ¿verdad?
-Toda una vida. Hasta ser viejitos.
Se rió y me besó. Tuve la ocurrencia de probar dar un beso bajo el agua, así que me hundí y él hizo lo mismo, inmediatamente lo besé. No era como esperaba, algo desastroso, fue muchísimo mejor.

La Anónima.



No hay comentarios:

Publicar un comentario