jueves, 3 de abril de 2014

Mejores amigos-Capítulo 2

Pensar y pensar y pensar...No hacía otra cosa. Alejo podía estar todo un día con la cabeza ocupada en el pensamiento. Tal vez acerca de porqué su amor no era correspondido, o simplemente en Victoria, en su nombre, en su belleza, su personalidad. Faltaba poco para el cumpleaños de su mejor amiga, ella ya había repartido las tarjetas de invitación. Esperaba aquel día y quizás encontrar algo en Alicia, la amiga que Victoria quería presentarle. Ella capaz podría hacerle borrar a su mejor amiga de la mente, verla sencillamente como lo que era: su amiga.
Una vez se dedicó a creer que si no le hubiera tomado tanta confianza, podría haber llegado a algo...Tal vez ella podría verlo como ve a Martín y no como un hombro para llorar. Se cansaba de consolarla noche tras noche porque alguien le había roto el corazón, quería decirle que él podía amarla, que de hecho, ya lo hacía, pero ella no a él...
¿Malgastaría su tiempo un segundo más? No. Estaba decidido a decirle todo lo que sentía, sin importar su respuesta. Aunque arriesgara su amistad, no daba para más. La recibió en su sala para ir a hacer compras para el sábado, el día en que sería su esperado cumpleaños.
-Alejo, ¿vos qué decís que debería comprar?-preguntó ella, ya en el pasillo del supermercado.
-No sé...-dijo él, sin voluntad de hablar.
-¿Te pasa algo?
-No.
Ella esperó unos segundos a ver si surgía una contestación de parte de su amigo, pero esto no pasó, así que siguió buscando comida y bebida entre la mercadería.
-Y, ¿cómo es Alicia?-preguntó él para parecer interesado.
-Mirá. Rubia, alta, tiene unos ojos preciosos, es toda una modelo. Tiene nuestra edad, pero la conozco de la academia de baile.
-Ah...
-Para hacértelo más fácil, ¿yo te parezco linda?
Alejo se quedó mudo. ¿Que si le parecía linda? Hermosa, perfecta, única. Pero no podía decirlo así.
-¿Te parezco linda o no?-reiteró la pregunta al ver que él no respondía.
-Pues...sí.-balbuceó él.
-Entonces, ella te va a parecer hermosa. ¡En serio envidio su belleza!
Pero a él no le interesaba eso...Él la quería a ella, no a otra, por más linda que fuera.
-Bueno, Alejín-así lo llamaba ella más amistosamente.-Me voy a encontrar con Martín, ¡después te cuento todo por chat!-dijo y se despidió llevándose con ella las bolsas del súper.
No me interesa Martín. No quiero saber nada sobre él, ni sobre lo que vaya a pasar en su encuentro, totalmente insignificante para mí. Esto es una mierda. ¿Por qué no puede gustarme otra? ¿Por qué no la puedo olvidar? Me gustaría poder ser como ella. Me gustaría ser como Martín, o como cualquier otro, todo menos yo. Cualquier persona en este mundo tiene más suerte que yo.-pensó Alejo en aquel momento.

La Anónima.





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