domingo, 29 de junio de 2014

El amigo de mi hermano-Capitulo 3

El fin de semana pasó prácticamente volando. Lunes, cómo te odio, pensaba mientras me alistaba para partir rumbo al colegio.
En el auto, mi hermano y yo ni nos dirigimos la palabra. La verdad es que seguía enojada por lo mal que me había hecho sentir aquel día.
-Oye Mar, por favor perdóname, ya hacen dos días que no me diriges la palabra, ¿cuánto más seguirá 
esto?-me dijo Francisco
-El tiempo que sea necesario.-pensé y lo fulmine con la mirada.

Al llegar a la prisión, (que es así como yo lo llamo al colegio), nos encontramos con Agustín.
-Hola perro, gracias por esperarme aquí.-dijo mi hermano.
-En realidad, esperaba a tu hermana, pero después podemos vernos.- contestó Agus y me hizo una mueca para que lo siguiera.
No podíamos hablar, caminábamos en silencio. Era realmente incomodo.
La campana de entrada sonó pocos minutos después.
-Emm... tengo que ir a clase.-dije algo nerviosa.
En el momento en el que me di vuelta para ir a mi salón, nuestras manos se rosaron, la suya era cálida, masculina, fuerte, mientras que la mía era pálida y siempre se encontraba fría.
-Están frías.-dijo sujetando mi brazo para que no me fuera.
-¿De qué hablas?-respondí.
-De tus manos.-comento, antes de tomarlas.
Solté una risita nerviosa.
-Siempre están así, es normal, o al menos para mi.
Así estuvimos hablando por un buen rato hasta que se me ocurrió preguntarle sobre aquella chica, con la cual lo había visto ,obviamente de una manera más sutil.
-Y...¿tienes novia?-me anime a preguntar.
-No, ¿y tu?
-No, ¿tampoco amiga con derecho?
-No, nada de eso.
Mi corazón festejaba, literalmente.
-¿A qué se deben todas estas preguntas?-agregó rompiendo el silencio que nos envolvía.
-Solo quería saber.-respondí.

Cuando llegó el receso, me di cuenta de que había faltado a clases.
Mire a mi alrededor en busca del profesor de la clase a la cual no había asistido, quería darle una explicación. Pero en vez de encontrarme con él, noté como una chica rubia se acercaba a nosotros, bueno, en realidad a Agus. ERA LA CHICA CON LA QUE LO HABÍA VISTO.
-¡Primo!-gritó la muchacha.
-¡Prima!- exclamó él un poco más fuerte.
-Ella es tu novia, ¿verdad?-le dijo.-Eres muy afortunada.-agregó volviéndose hacia mi.
-No somos novios.- titubee.
-Que lastima, harían linda pareja.-comentó.-Bueno, me tengo que ir, adiós chicos.

Al llegar a casa, solo pensaba en dormir, estaba realmente agotada. Ademas no podía dejar de pensar en el "harían linda pareja" de aquella chica, no solo porque me gustaba como sonaba sino porque mil preguntas se asomaban cuando decía o pensaba esta frase, por ejemplo: ¿él pensará lo mismo?, ¿Le habrá caído bien el comentario de su prima?, y muchas más. 
Luego de unos minutos, al fin me pude dormir.


©Srta. Misteriosa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario